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MUNDO

Legisladores estadounidenses llegan a Taiwán: China realiza maniobras militares

Los senadores Ed Markey, John Garamendi y Don Beyer llegaron el domingo a Taipéi para una visita de dos días en la isla asiática.

Estados Unidos

Una delegación de legisladores de Estados Unidos llegó a Taiwán el domingo para un viaje de dos días durante el cual se reunirán con la presidenta Tsai Ing-wen. Es el segundo grupo de alto nivel que visita la isla en medio del aumento de las tensiones con China, que anunció un nuevo simulacro militar para este lunes.

Pekín, que reclama como territorio propio un Taiwán de gobierno democrático, ya había realizado ejercicios militares en torno a la isla para expresar su enfado por la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taipéi a principios de agosto.

La embajada estadounidense en Taipéi informó que la delegación está encabezada por el senador Ed Markey, a quien acompañan cuatro legisladores de la Cámara de Representantes, en lo que describió como parte de una visita más amplia a la región Indo-Pacífica. La oficina presidencial de Taiwán dijo que el grupo se reunirá con Tsai este lunes por la mañana.

«Especialmente en un momento en el que China está aumentando las tensiones en el Estrecho de Taiwán y en la región con ejercicios militares, el hecho de que Markey encabece una delegación para visitar Taiwán demuestra una vez más el firme apoyo del Congreso de Estados Unidos a Taiwán», señaló en un comunicado, replicó Reuters.

Markey preside la Subcomisión de Relaciones Exteriores de Asia Oriental, Pacífico y Ciberseguridad Internacional del Senado. Los colíderes de la visita son el legislador John Garamendi, del Grupo de Trabajo sobre Armas Nucleares y Control de Armas del Congreso, y el congresista Don Beyer, explicó un portavoz de Markey.

La embajada china en Washington expresó que «los miembros del Congreso estadounidenses deberían actuar en consistencia con la política de una China del Gobierno de Estados Unidos» y argumentó que la última visita «demuestra una vez más que Estados Unidos no quiere ver estabilidad en el Estrecho de Taiwán y no ha cejado en sus esfuerzos para agitar la confrontación entre las dos partes e interferir en los asuntos internos de China».

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