YPF, por la madrugada, aumentó los precios de los combustibles en un promedio del 7,5%. Esto alcanza a las naftas que tuvieron un incremento del 8,5% en sus dos versiones (super e Infinia) y también en el gasoil con un 6%. Desde la empresa aclararon que es una medida necesaria para mantener el abastecimiento de la energía a nivel nacional.
«Luego de este ajuste continuaremos monitoreando la evolución de las variables que inciden en la formación de precios, teniendo siempre en consideración las particularidades del contexto macroeconómico del país y la realidad internacional», aseguró la empresa estatal en un comunicado corto y conciso citado por la agencia Télam.
Por lo tanto, los nuevos precios en la Ciudad de Buenos Aires por cada litro de nafta super pasarán de $120,30 a $130,5 y la premium de $147,30 a $159,8. En cuanto al litro de gasoil transitará un cambio de costos de $128,10 a $135.7 y el gasoil premium de $175 a $185,5. En los últimos 12 meses, sumando la nafta y el gasoil, la empresa subió los precios en un 41,7%. Lo cierto es que sigue por debajo de la inflación interanual que es del 71%.
Al no seguir la nafta y el gasoil los incrementos de la inflación interanual, genera un significativo incremento de la demanda en las provincias del norte y noroeste argentino por parte de los extranjeros de países limítrofes que aprovechan la diferencia. El aumento de la demanda en aquellas zonas hoy es un 30% superior comparado con los datos del 2019.
El comunicado que brindó la compañía a toda la prensa dejó en claro que YPF está realizando «los mayores esfuerzos productivos y logísticos» para sostener el abastecimiento en el mercado nacional en un «contexto de sostenidos récords históricos de demanda». Por ahora, el resto de las marcas de estaciones de servicios no se pronunciaron sobre posibles aumentos.
