La primera ministra saliente de Reino Unido, Liz Truss, expresó este martes que el país se enfrenta a «días más brillantes» al pronunciar su último discurso como jefa del Gobierno británico al salir de Downing Street. «Nuestro país sigue luchando contra la tormenta. Pero creo en Reino Unido. Creo en el pueblo británico. Y sé que nos esperan días más brillantes», agregó.
Tras su discurso, la exlíder conservadora viajó para ver al rey Carlos III y presentar formalmente su renuncia. Truss deseó mucho éxito en el cargo a su sustituto, Rishi Sunak, subrayando que sigue creyendo en la ideología de alto crecimiento y bajos impuestos que intentó llevar a cabo en el cargo.
«Desde que soy primera ministra, estoy más convencida que nunca de que tenemos que ser audaces y afrontar los retos que tenemos», manifestó Truss, antes de invocar al filósofo romano Séneca: «No es porque las cosas sean difíciles por lo que no nos atrevemos. Es porque no nos atrevemos que son difíciles».
Solucionar los problemas de Reino Unido
El nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, expresó este martes que intentará arreglar el desorden dejado por su predecesora, restaurar la fe en la política y abordar una «profunda crisis económica», pero advirtió al país que habrá decisiones difíciles.
«Quiero rendir homenaje a mi predecesora Liz Truss […] Pero se cometieron algunos errores. No nacidos de la mala voluntad o las malas intenciones. Todo lo contrario, de hecho. Pero errores al fin y al cabo», afirmó. También reprendió a Boris Johnson al decir que el mandato que recibieron los conservadores en las elecciones de 2019, que ganó el exprimer ministro, «no era propiedad de un solo individuo», replicó Reuters.
«Y he sido elegido como líder de mi partido y su primer ministro, en parte para arreglarlos. Y ese trabajo comienza de inmediato. Pondré la estabilidad económica y la confianza en el centro de la agenda de este gobierno. Esto significará que habrá decisiones difíciles», agregó.
Se espera que Sunak, uno de los hombres más ricos del parlamento y el premier más joven de los últimos 200 años, reduzca drásticamente el gasto para tapar un agujero estimado en 40.000 millones de libras en las finanzas públicas creado por una desaceleración económica.
