En su primer viaje internacional desde que fue elegido presidente de Brasil, Lula da Silva llegó este martes a Egipto, donde se espera que diga en las conversaciones sobre el clima de la cumbre sobre el cambio climático, conocida como la COP27, que «Brasil ha vuelto» en la lucha contra el calentamiento global.
El mes pasado, el líder izquierdista derrotó al presidente derechista Jair Bolsonaro, quien supervisó la creciente destrucción de la selva amazónica y se negó a acoger la cumbre climática de 2019, originalmente prevista para Brasil. Lula llegó a la ciudad turística de Sharm el-Sheikh a primera hora del martes y se espera que participe en las conversaciones sobre el clima este miércoles.
Lula prometió un amplio plan para aumentar la aplicación de las leyes medioambientales y crear empleos verdes. Su equipo también trabajó para asegurar una alianza de conservación anunciada el lunes entre las tres mayores naciones con selva tropical: Brasil, República Democrática del Congo e Indonesia.
Un portavoz de Lula dijo que el presidente electo tiene previsto reunirse con el enviado de Estados Unidos para el clima, John Kerry, y mantener una llamada telefónica con el presidente egipcio, Abdul Fatah Khalil Al-Sisi. Su asesora medioambiental, Izabella Teixeira, aseguró que ha recibido más de 10 invitaciones para reuniones bilaterales con representantes de otras naciones, pero que no podía revelarlas por razones de seguridad, informó Reuters.
Se espera que Brasil siga presionando para que las naciones ricas con altas emisiones de gases de efecto invernadero paguen a las pobres por el daño histórico al clima. La semana pasada, se supo que Lula planea en la COP27 ofrecerse como anfitrión de una futura cumbre climática de la ONU y anunciar la creación de una autoridad climática nacional para supervisar el trabajo del gobierno para abordar el calentamiento global.
