Florencia de la V volvió a encabezar otra jornada en «Intrusos» y expresó su angustia por el caso de Fernando Baez Sosa. A tres años de su muerte a la salida de un boliche, hace unas semanas finalmente empezó el juicio hacia los 8 rugbiers acusados de matar al joven en Villa Gesell.
Antes de empezar con las noticias vinculadas al espectáculo, la flamante comunicadora de América TV recordó: «Se cumplen tres años del asesinato de Fernando Baez Sosa, la verdad es que este es un caso que conmocionó a la opinión pública, lo que ha sucedido… Es inevitable no ponerse en el lugar de esos padres».
«Yo ayer tuve pesadillas directamente porque estuve empapándome un poco de lo que está sucediendo en el juicio. Me desperté a la madrugada exaltada, pensando que me podía pasar, que le podía pasar a alguno de mis hijos. Mis hijos tienen 11 años y en cualquier momento van a decir, vamos a Gesell», explicó la famosa.
«Vamos a Pinamar a disfrutar del verano, como quiso hacer este chico con sus amigos y encontró la muerte en esa fatídica noche», añadió. Además, fue contundente a la hora de definir a los acusados: «Para mí son asesinos todavía, la Justicia no lo decidió, pero estamos esperando un juicio ejemplar que cambie la vida de todos los argentinos«.
Y añadió: «A mí me pasa algo particular cuando escucho a los abogados y la Justicia están libre de interpretación, y es tan delgada la línea de lo que puede pasar de un lado o para el otro. Para mí, las ocho personas que participaron son culpables, tanto el que tuvo la patada fatal o los que estuvieron en ese momento alentando».
Para finalizar, Florencia de la V realizó un planteo: «A mí me pasa algo particular con el tema de las familias, si uno se pone a pensar en la educación de esos chicos, obviamente que uno no puede juzgar a gente que no conoce… Son todos familias, parientes, primos, entonces la violencia estaba naturalizada en ese entorno. Habló una vecina sobre que esto hace 30 años que sucedía en esas familias. ¿Entonces desconocían los padres o no lo que hacían sus hijos? A mí me cuesta creer que un padre desconoce tanto lo que hace su hijo».
