Apenas un día después de determinarse la condena a los asesinos de Fernando Báez Sosa, se conoció un similar episodio en la provincia de Corrientes que casi termina con la vida de otra persona a raíz de un ataque en patota. Se trata de Leonardo Chávez, un joven de 31 años fue emboscado el pasado 29 de enero por un grupo de rugbiers a la salida del Corsódromo Nolo Alías de la capital correntina. Buenaventura Duarte, ministro de Seguridad de la provincia, lamentó el hecho: «Hace mucho tiempo no ocurría».
Afortunadamente, la víctima pudo salir con vida y denunciar personalmente el hecho. Leonardo habló con una radio local y narró cómo fue el ataque. «Al salir del corsódromo, se acercó un joven y me arrojó un puñetazo, sumándose otros que estaban con él», comenzó.
La víctima explicó que luego del primer golpe «en inferioridad numérica, fui derribado y siguieron los puñetazos y las patadas. Mis dos amigos trataron de apartar a los agresores. En esas circunstancias, uno de ellos se acercó y me pateó en la cabeza. Perdí unos dientes. Lo único que atiné fue cubrirme la cabeza». La escena violenta quedó filmada, en la que se puede ver a varios individuos rodeando a Chávez.
Medidas contra los agresores
El ministro, en diálogo con Karin Cohen por La 990, señaló que se le invitó a la víctima a hacer las denuncias. «Está la comisaría novena en esa jurisdicción, y Chávez se negó en ese momento a hacer la denuncia. Fueron a buscarlo a su casa con el fiscal y a la tarde siguiente hizo la denuncia en la comisaría».
«Presentaba lesiones leves con pérdida de una pieza dentaria, según el informe médico. La fiscal instruyó a la policía a que le solicite a la víctima el teléfono porque él hizo un comentario y viralizó. Él no quiso entregarlo para identificar a la personas y ahora hizo otra diligencia (la fiscal) para la identificación», indicó Duarte.
Sostuvo que en este tipo de casos es «una decisión personal porque un delito de lesiones leves es un delito de acción privada y tiene que ser denunciado por la víctima, no se puede iniciar de oficio». «Vivimos en una provincia donde este tipo de hechos hace mucho tiempo no ocurría», destacó el ministro de Seguridad correntino.
