Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) siguen en contacto para poder darle forma al acuerdo que aún no se pudo concretar. Desde el Ejecutivo argentino ya aclararon que no van a relegar los derechos de los ciudadanos, mientras que en el organismo prestamista quieren que haya un orden fiscal para que se acomoden los números.
Choque de intereses postergan el acuerdo con el Fondo. Sergio Massa está en plena campaña electoral y no quiere comprometerse a realizar ninguna devaluación o ajuste que ponga en jaque su posible elección. De todos modos, el desencuentro con el organismo podría agravar más el contexto que hay en Argentina.
«Nuestros equipos continúan trabajando constructivamente, en persona, con el objetivo de llegar a un acuerdo sobre la quinta revisión del programa de Argentina respaldado por el Fondo», explicaron desde la sede que se encuentra en Estados Unidos y donde deberá viajar Sergio Massa al inicio de la próxima semana.
El problema se vuelve considerable al observar el déficit primario que tuvo el país. Según informó NA, las cuentas públicas registraron en junio un déficit primario de $ 611.743 millones, lo cual implica que el segundo trimestre cerró con un desvío de unos $ 700.000 millones respecto a la pauta establecida en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En el organismo ven a Sergio Massa de reojo por el ajuste que debe hacer, acción incompatible con su precandidatura. Entienden que difícilmente el ministro de Economía revea el déficit. Lo ocurrido en el primer y segundo trimestre marca que se incumplieron las metas con el FMI. En consecuencia, no habría un reembolso por parte del prestamista.
El titular del Palacio de Hacienda, para darle músculo al déficit, pondría la responsabilidad en la sociedad. Planea subir los impuestos a las importaciones, además de crear nuevos aranceles con el propósito de acumular reservas. Como si esto fuera poco, se especula con que Sergio Massa lance un nuevo dólar más alto para el agro en las próximas semanas.
