Hace algunos años, el reconocido periodista Jorge Lanata confirmó su romance con Elba Marcovecchio, una prestigiosa abogada con la que decidió casarse. Esta vez, ella fue noticia por lo que decidió contar en diálogo con Catalina Dlugi en «Agarrate Catalina», el programa que lleva adelante a través de La Once Diez/ Radio de la Ciudad.
«Fue muy gracioso”, comenzó manifestando la letrada siempre dispuesta a decir lo que piensa. “Estábamos en el auto, esto fue hace dos años, ellos tenían 11 y 13 años y yo, como una madre, tonta, pensaba que yo ocultaba bien (la relación). Yo tenía miedo que se filtrara la noticia y siempre tengo la consigna de que de todo se tienen que enterar por mí”, afirmó.
«Entonces, medio que apurada se los digo en el auto. Les digo: ‘Chicos, yo les quiero contar algo. Estoy saliendo con alguien’. Ellos hacen una pausa y me dicen, muy cancheros: ‘Mamá, ya sabemos’”, acotó Elba Marcovecchio sin guardarse absolutamente nada delante de los oyentes.
Sin embargo esto no fue todo, ya que inmediatamente fue por más. «Miro para atrás en el auto y digo: ‘¿Cómo que ya saben?’. Y me dicen: ‘Mamá, lo tenés agendado con el nombre, un corazoncito y cuando lo atendés, lo atendés con voz de tonta’, me dicen”, lanzó la abogada en torno a cómo fue que sus hijos descubrieron lo que estaba pasando entre su madre y el periodista.
«Estaba convencida de que no iba a volver a enamorarme ni volver a formar pareja, reveló Elba Marcovecchio. Fue en ese momento cuando habló sobre cómo es la figura de Radio Mitre y Canal Trece. «Es un hombre que uno lo ve muy aguerrido, que lo es, pero es muy cálido, muy profundo, muy acogedor”, señaló sin filtros ni tapujos.
Contundente
Finalmente, hizo referencia a un tema que preocupa a todos los seguidores del comunicador y que tiene que ver con el cigarrillo. «Impedirle fumar es muy difícil. Yo no soy fumadora, y eso ayuda, pero la decisión es de él. Yo tengo una vida muy sana y Jorge, salvo el cigarrillo tiene una vida muy sana. Cuando él deja de fumar se nota y el cuerpo le responde, pero es una adicción. La gente deja un vicio porque quiere y él no quiere”, finalizó.
