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ESPECTÁCULO

«Estoy muriéndome, hasta acá llegué»: Adrián Pallares y Rodrigo Lussich conmocionados por el relato de un artista

Una reaparición sorprende al mundo del espectáculo.

Rodrigo Lussich
Adrián Pallares




Después de mantener durante un largo tiempo un bajo perfil, Ariel Diwan decidió romper el silencio y quedó en el centro de la escena tal como sucedió años atrás, cuando estalló el escándalo con su ex Gisela Bernal. Esta vez, fue en el ciclo que conducen Adrián Pallares y Rodrigo Lussich donde se escuchó su testimonio.

«Estamos bien, estamos laburando mucho. El tema político me atrae mucho y ver cómo se está modificando el país y que Javier ya por ahí está cumpliendo con todo lo que dice», comenzó diciendo sobre el presidente de la Nación, a quien le ha manifestado su apoyo.

“Estamos acompañando y apoyándolo fuertemente y con muchos proyectos para el año que viene. Esto me pegó fuerte porque ayer fui al teatro Broadway después de muchos años que no iba después de haber trabajado tanto ahí. Me mensajeaba con Flavio sobre qué raro estar ahí», afirmó.

“Estamos hablando con Flavio (Mendoza) varias cosas para poder volver el año que viene, me parece que puede ser. Me parece que volver sería algo fuerte. Me gustaría. Estamos charlando y estamos bastante entusiasmados. Ya me removió todo. Antes de llegar al teatro ayer lloraba, cuando llegué lloraba. Cuando me fui, lloraba. Yo me fui del teatro no queriéndome ir. Ahí está el problema», dijo sobre su vuelta al trabajo.

“Yo me fui porque mi cabeza no daba más. Ahí está. Entonces quiero volver como tengo que volver y si un día me quiero ir, me iré cuando yo quiera, no cuando me tenga que ir porque no puedo hacer nada”, aseveró. Fue allí cuando Ariel Diwan en el ciclo de Rodrigo Lussich hizo referencia al infarto que sufrió.

«Yo dije ‘estoy muriéndome, hasta acá llegué’. No sabía, no, pero con el infarto pensé que ya estaba. Un psicólogo te dice ‘sí, por algún lado tenía explotar’, pero yo aparte nunca me cuidé mucho con las comidas, no hacía deporte, fumaba y tenía mucho quilombo. Estaba buenísimo lo que hacíamos con el teatro, pero qué sé yo», sostuvo.

«Gabía días que terminábamos a las cuatro o cinco de la mañana para que funcione todo el otro día y a las nueve de la mañana. Es muy estresante, nunca se me hubiese ocurrido que a los 40 y pico iba a tener un infarto, pero bueno. Después del infarto, al año, tuve un hijo. Me estaba por morir y bueno”, finalizó.

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