El gobernador del estado de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, aseguró este viernes que los costos de reconstrucción del estado, después de las devastadoras inundaciones de las últimas semanas en Brasil, serán «mucho más altos» que los 19.000 millones de reales, unos 3.720 millones de dólares, estimados inicialmente.
Leite estimó que la región perdería unos 14.000 millones de reales en ingresos debido a las inundaciones, que se llevaron la vida de 154 personas y dejaron a más de 540.000 desplazados de sus hogares. El estado está planeando instalar al menos cuatro «ciudades de tiendas de campaña» para albergar a unas 8.000 personas que actualmente se encuentran en refugios improvisados.
Las fuertes lluvias caídas desde finales de abril provocaron inundaciones récord en Rio Grande do Sul, con más de 100 desaparecidos y 154 muertos, según confirmaron los funcionarios estatales. Aproximadamente medio millón de personas han huido de sus hogares y más de 77.000 se encuentran actualmente en refugios públicos. Los científicos advierten que las inundaciones pueden tardar un mes o más en disminuir y que muchos residentes no tienen hogares a los que regresar.
«El gobierno estatal está planificando estructuras temporales, con dormitorios individuales y baños, cocinas y lavanderías colectivas para miles de personas que ahora se refugian en escuelas, iglesias y estadios deportivos», explicó el vicegobernador Gabriel Souza. «Parte de esta gente, lamentablemente, no tiene adónde ir», agregó en comunicación con la agencia Reuters.
Por su parte, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (Acnur) anunció la donación a Rio Grande do Sul de 108 unidades de una estructura temporal normalmente utilizada en los campos de refugiados. «Son esas casitas que son modulares, se pueden montar de diferentes maneras, ya sea para alojar familias o individuos, o para formar, por ejemplo, un espacio de apoyo para voluntarios», explicó la funcionaria de ACNUR, Silvia Sander.
