En medio de la recesión económica que sufre la Argentina, 6 de cada 10 argentinos han reducido su nivel de consumo, postergan compras importantes y priorizan marcas que conocen por sobre el precio. De este grupo, un 36% ha reducido significativamente sus gastos y un 24% lo ha hecho de manera ligera. Solo un 23% ha mantenido estable su nivel de consumo, mientras que un 17% lo ha aumentado.
Estos datos provienen del primer «Monitor Nacional sobre Retail y Consumo» de la consultora Taquion Research, que muestra cómo la caída del poder adquisitivo está afectando los hábitos de consumo de la población. El estudio revela que un 60% de los argentinos ha disminuido su consumo en comparación con el año pasado. Entre la Generación X (de 43 a 54 años), la restricción de consumo alcanza a 7 de cada 10 personas.
Las compras de bienes durables, como electrodomésticos y tecnología, son las más postergadas. En los últimos tres meses, solo un 39% de los argentinos adquirió algún producto de este tipo, mientras que un 64% compró prendas de ropa o calzado. Asimismo, un 50% se permitió algún «gustito» relacionado con el ocio, pero en general, la tendencia es a retrasar estas adquisiciones.
Según el estudio, el 70% de los argentinos elige marcas familiares tanto en compras cotidianas como en aquellas que requieren un mayor esfuerzo económico. En el caso de comestibles, esta preferencia sube al 84%. Además de la familiaridad con las marcas, los consumidores están atentos a las rebajas y promociones, aunque son escépticos respecto a las ofertas publicadas en eventos de e-commerce.
Los argentinos utilizan los ahorros para llegar a fin de mes
La encuesta también destaca que la situación económica ha llevado a muchos argentinos a usar sus ahorros para cubrir gastos. El 55% de los encuestados tiene deudas y el 51% ha recurrido a sus ahorros en el último año. Para el 54%, su capacidad de consumo es peor que hace un año, y un 72% considera que sus ingresos están por debajo de la inflación.
En definitiva, la recesión económica está teniendo un profundo impacto en los hábitos de consumo de los argentinos, quienes están recortando gastos, postergando compras y optando por marcas conocidas en busca de seguridad y confianza. La situación económica sigue siendo un desafío para muchas familias, que deben adaptarse a una realidad de ingresos menguantes y costos crecientes.
