Benjamín Vicuña se sinceró y quiso compartir lo que vive con su hija. Tras afrontar la crianza de varios nenes, el actor reconoció que existe una diferencia con Magnolia, su hija con la China Suárez, y se refirió a la cuestión que no lo deja dormir.
“A mí me pasa que mis hijos van a la casa de un amiguito y yo ‘sí, dale, que te vaya bien’”, explicó el famoso en su podcast sobre paternidad. “Y mi hija quiere ir a la casa de un amiguito o amiguita… y en el fondo somos más vulnerables, nos preocupamos muchísimo más con la nena que con el varón”.
En ese contexto, Benjamín Vicuña se animó a realizar una autocrítica: “Me parece que es medio ridículo porque debería ser igual. Un niño está igual de vulnerable para un abuso que una nena, pero en algún lugar para mí, no sé por qué, sigo pensando eso. Me pasó la semana pasada”.
Confesó su amor
“Son mis hijos, mis amigos, mi presente, mi trabajo. Tengo una realidad que me invita a estar acá y a soñar con quedarnos muchos años más”, dijo el actor sobre la importancia de sus pequeños en su vida. “Hay uno adolescente. ¡Levantate, dale! Son peleas internas, recién le estaba rogando que se levantara. 14.20, 15 de la tarde”, relató el famoso sobre la dinámica familiar.
“Era de salir, pero también era deportista y cuando hacés deportes tenés que acostarte más temprano y a mi hijo también le encanta. Le encanta el fútbol, pero también la joda”, señaló Benjamín Vicuña
En torno al vínculo de sus hijos con Pampita y el aspecto futbolero, el actor oriundo de Chile hizo una cómica confesión. “Salieron todos muy futboleros. Beltrán, mi otro chico, se está probando en Defensores de Belgrano. Están todos muy futboleros. Se ponen picantes con la Copa América. Ellos siguen a la Argentina. Me hacen bullying. Mis propios hijos me hacen bullying”, explicó en la pantalla de Telefe.
Sobre Bautista, su hijo mayor, Vicuña expresó: «Yo jamás le prohibiría nada, pero obviamente sí si es algo que pueda lastimar a otro. Todo esto es un deporte polémico. A mí me cuesta entender de qué se trata, pero es loco. Igual que él, por morbo, me quedo viendo las peleas en la jaula. Me parece…».
