El Gobierno nacional ha oficializado la reducción de la alícuota del impuesto PAIS, bajando del 17,5% al 7,5% para las operaciones que implican el uso de dólares en el pago de importaciones y fletes. Según el equipo económico, esta reducción busca influir en el índice de precios al consumidor (IPC), mientras que el mercado anticipa un aumento en la demanda de divisas.
La medida, anunciada a través del decreto 777/2024 en el Boletín Oficial, entrará en vigor de inmediato. El recorte del impuesto PAIS, que se encuentra en línea con la promesa realizada por el Ejecutivo durante la aprobación de la Ley de Bases, representa un retorno a los niveles anteriores a la gestión actual. Este cambio, que llega tras dos meses de espera, tiene como objetivo principal aliviar la presión inflacionaria, que ha mostrado una persistente tendencia al alza en los últimos meses.
Desde el Gobierno, se espera que esta medida ayude a desacelerar la inflación, con un enfoque particular en los precios mayoristas y los bienes importados. Sin embargo, algunos analistas del mercado sostienen que el efecto real sobre los precios al consumidor podría ser limitado y que la mayor repercusión podría observarse en los precios mayoristas, especialmente en productos con componentes importados.
La medida también ha generado expectativas en torno a la demanda de divisas. Con la reducción del impuesto, el tipo de cambio para importaciones podría bajar, lo que, según expertos, podría impulsar un aumento en las compras externas. Esta situación llega en un momento de recuperación económica incipiente, lo que podría aumentar la presión sobre las reservas del Banco Central.
El Gobierno nacional recupera dinero del blanqueamiento y de la moratoria impositiva
En términos fiscales, la baja del impuesto PAIS tendrá un impacto en la recaudación, estimado en una pérdida de aproximadamente 0,4% del PBI para lo que resta del año. A pesar de esto, el Gobierno confía en que otras medidas fiscales, como la moratoria impositiva y el reajuste del impuesto a las Ganancias, compensarán la caída en ingresos.
La reducción del impuesto PAIS, además de sus efectos inmediatos en la economía, también podría influir en el panorama cambiario a corto plazo. Se espera que las importaciones se incrementen, lo que podría agravar el déficit comercial de bienes en los próximos meses. Los analistas coinciden en que el impacto en los precios de algunos bienes podría ser positivo, aunque difícil de medir de inmediato.
Finalmente, esta medida se enmarca en el esfuerzo del Gobierno por controlar la inflación y estabilizar la economía, aunque con el riesgo de aumentar la presión sobre el mercado cambiario. La implementación de este recorte, prometida desde hace tiempo, parece estar diseñada para ofrecer un respiro en el corto plazo, pero sus efectos a largo plazo aún están por verse.
