El Congreso de Brasil aprobó este martes un reglamento clave para la esperada reforma tributaria, un proyecto que busca modernizar y simplificar el complejo sistema fiscal del país. Entre sus puntos destacados, la normativa establece tasas más altas para productos como bebidas azucaradas y alcohólicas, mientras exime de impuestos a algunos alimentos básicos y medicamentos esenciales, como la carne.
Una reforma estructural tras décadas de espera
La iniciativa, impulsada por el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, unifica los cinco impuestos sobre el consumo existentes en tres niveles: federal, regional y municipal. Además, fija una tasa general de 26,5% para el impuesto al consumo, marcando un cambio histórico en la estructura tributaria brasileña.
El ministro de Comunicación, Paulo Pimenta, calificó la aprobación como «histórica» y celebró la decisión del Congreso. «Después de más de 30 años de espera, Brasil tendrá un sistema tributario eficiente que facilitará la llegada de inversiones y contribuirá al crecimiento de nuestra industria», expresó a través de su cuenta en X (antes Twitter).
Impuestos selectivos y justicia social
Uno de los aspectos más debatidos de la reforma es la creación de un impuesto selectivo para gravar productos considerados dañinos para la salud o el medio ambiente, como los cigarrillos y las bebidas alcohólicas. La Cámara de Diputados reincorporó a la lista las bebidas azucaradas, que habían sido eliminadas previamente por el Senado.
En contraste, se establecieron exenciones fiscales para medicamentos esenciales y alimentos de primera necesidad, como la carne, con el objetivo de aliviar la carga tributaria en los sectores más vulnerables de la población.
Un paso hacia la productividad y el crecimiento
La aprobación de esta reforma es un pilar central en los planes de Lula para reactivar la productividad y fomentar el crecimiento económico en Brasil, la mayor economía de América Latina. «Es un logro histórico que fortalece la confianza en nuestro sistema y abre puertas a inversiones internacionales», afirmó el diputado Reginaldo Lopes, relator del proyecto en la Cámara Baja.
El proyecto ahora será remitido al presidente Lula da Silva para su promulgación. Además, el gobierno trabaja en un proyecto complementario que regulará la gestión del IVA a nivel estatal, aunque este aún requiere la aprobación del Senado.
Tras décadas de intentos fallidos por parte de administraciones anteriores, la reforma fiscal de Lula marca un avance significativo en la búsqueda de un sistema tributario más eficiente, justo y enfocado en el desarrollo económico sostenible.
