Muy fuerte es todo lo que se está viviendo en torno a Gran Hermano, el reality que no para de dar que hablar en Telefe, y que se encuentra bajo la conducción de Santiago del Moro. Ahora, todos se mostraron consternados por lo que contó una exparticipante, Andrea, quien decidió irse del programa.
En una charla con Gente, contó parte de su historia de vida. «Totalmente. Si bien el dolor era muy fuerte, lo que yo no pude manejar fue mi cabeza. Cuando comencé a sentirme mal, tuve pánico de revivir lo que ya había vivido… pensaba que me iban a tener que sacar en ambulancia, de urgencia, y no me pude sacar más esa idea de la cabeza. Me jugaron en contra los pensamientos, más allá del dolor… porque en la casa me dieron un inyectable, me trataron y ahí mejoré. Pero después tomé la decisión de salir, ya cuando estaba más calmada», comenzó diciendo.
«Llevaba así unos 5 días aproximadamente, pero el dolor se intensificó los últimos dos. Fueron tremendos esos días, pero no por los dolores en sí, porque son dolores que suelo tener también fuera de la casa. Pero bueno, me costó controlar mis pensamientos, ahí se vive todo mucho más intenso. No sabían que estuve tantos días de dolor, porque yo no me quejaba, Pero la gente que me conoce, como mi familia se daban cuenta que algo me pasaba… Me comencé a irritar con facilidad, a enojarme por todo, pero era por todo lo que me generaba el mismo dolor. La dejé de pasar bien, y sentía que ya no estaba al 100% y que ya no podía estar a la par de mis compañeros. Daba todo de mí y no podía llegar ni a un 50%», aclaró.
Sin rodeos, la exparticipante del reality de Santiago del Moro, decidió ir por más. «Todo arrancó en el 2005, después de tener a mi hijo. Para ese momento, yo tenía 23 años, y ya yo tenía una malformación de nacimiento congénita que no me había traído consecuencias nunca, pero tras la fuerza que hice en el parto, empiezo a tener dolores de cabeza. Eran dolores tremendos… Fue pasando el tiempo y cada vez estaba peor, no me diagnosticaban lo que tenía realmente, no llegaba un diagnóstico concreto y empecé a ver a diferentes médicos», lanzó Andrea.
«Pasé unos 6 meses hasta que me diagnosticaron la enfermedad, que se llama Arnold Chiari. Ya para entonces no podía caminar, no podía mover los brazos tampoco. Las manos y las extremidades en general, estaban adormecidas y también comencé a sentir zumbidos en los oídos y muchos ruidos en la cabeza. Los médicos deciden operarme en Barcelona y a la par, me descubren un aneurisma cerebral. Así que me operaron de las dos cosas. Hasta ahí parecía que todo estaba bien, pero me regreso a vivir a Argentina y me doy cuenta que vuelven esos malestares, los dolores de cabeza y que no tenía calidad de vida», relató.
«Intentaba disfrutar de lo que podía, pero cuando tenía el dolor era tremendo. Y a raíz de eso tuve muchas consecuencias en mi salud: perdía líquidos por la columna, sentía hormigueos en las manos. Era todo muy raro, y yo seguía buscando respuestas porque presentía que estaba mal operada. Resulta que tal como yo sospechaba no estaba nada bien… llegué a la clínica muerta de dolor y me ponen en coma inducido. Tenía coma farmacológico, obviamente para ver qué era lo que tenía porque yo ya no podía con él dolor. En ese momento ya quise morir. Dije «¡basta!». Recuerdo que le pedía a mi hermana que por favor no me operen otra vez y ella me decía que me quede tranquila», sentenció Andrea.
