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VIDA Y ESTILO

Así es como funciona el mercado de vinos del Vaticano

El pequeño y discreto enclave de la Ciudad del Vaticano podría ser, en las sombras, el mercado de vino más secreto del mundo.

Vaticano

El año 2025, sin haber llegado a la mitad, constituye ya un hito para la ciudad del Vaticano. El fallecimiento del papa Francisco, a los 88 años, el pasado 21 de abril coincidió con el Año Jubilar, que se celebra habitualmente cada cuarto de siglo. Se espera que más de 30 millones de peregrinos acudan a Roma y al microestado que alberga a lo largo de este año. Sin embargo, esta cifra se calculó antes del fallecimiento del papa Francisco, lo que significa que la cifra real probablemente será significativamente mayor al concluir el Jubileo de 2025. Sin mencionar el momento verdaderamente álgido que está atravesando con el reciente nombramiento del papa León XIV.

A pesar de su importancia espiritual para los aproximadamente 1.400 millones de católicos bautizados en todo el mundo, el Vaticano supone un lugar aún rodeado de misterio. Su política interna fue el tema de la reciente película ganadora del Óscar, Cónclave, basada en la novela homónima de Robert Harris.

Aunque se trata de un relato ficticio de lo que sucede durante las elecciones papales, el libro y la película pretenden arrojar luz sobre lo que ocurre a puertas cerradas: cardenales conspiradores y un ejército de personal que los apoya. Sin embargo, lo que no resulta necesariamente evidente en las representaciones mediáticas de la vida en el Vaticano es la gran cantidad de vino presente.

Detalles de importación

Con una población residente de entre 500 y mil personas, según diversas estimaciones, la Ciudad del Vaticano es el principal importador de vino per cápita del mundo. De acuerdo con las cifras de importación de 2019 y una población de aproximadamente 800 habitantes, el consumo medio per cápita en el Vaticano ronda los 79 litros al año, equivalentes a casi cien botellas, el doble de la media italiana.

Casi todo el vino del Vaticano (el 99,9 % según datos de 2019 de World Integrated Trade Solution) es de origen italiano, un hecho previsible dada la ubicación geográfica de la Santa Sede.

El mismo conjunto de datos también revela que ningún vino llega a granel, sino que todo ya está embotellado. Datos de la Unione Italiana Vini (UIV) revelan que en 2024 se exportaron al Vaticano 54.200 litros de vino italiano, de los cuales unos 38.000 fueron vinos fortificados, como los de Marsala de Sicilia, que se utilizan con frecuencia como vinos de comunión, de ahí su elevada proporción.

La cifra de 2024 de todos los vinos italianos enviados a la ciudad del Vaticano fue notablemente inferior a la de 2023, con 63.000 litros, pero esto en sí mismo representó un aumento significativo respecto a los 46.000 litros de 2022. El pico de la última década se alcanzó en 2018, con 71.700 litros.

Un contexto fluctuante

Lo que los datos de la UIV demuestran sobre todo es que el Vaticano constituye un mercado vitivinícola propenso a grandes fluctuaciones, una tendencia que probablemente refleja su particular funcionamiento. En primer lugar, el Vaticano no es integrante de la Unión Europea (por lo que se libró de la reciente ronda de aranceles del presidente estadounidense Donald Trump), lo que se traduce en el hecho de que exportar vino allí no es tan sencillo como podría suponerse. Bárbara Sandrone, custodio de la finca Barolo de su familia, señala que la empresa vendía vino al Vaticano antes de que su responsable se jubilara.

Sandrone procede a comparar el proceso con el de envío a otro microestado de Italia: «No se precisa de mucho papeleo; es un procedimiento similar al de exportar a San Marino. Lo más complicado es conseguir el contacto adecuado». Uno de los principales obstáculos burocráticos que las bodegas deben superar para convertirse en proveedores autorizados del Vaticano es enviar una solicitud a través de su portal de anuncios públicos, Bandi Pubblici Santa Sede. Cabe señalar que su lista de categorías de productos distingue entre “bebidas” y “vino y hostias para la Santa Misa”.