De la nada, una entrevista en un canal de Youtube le complicó el panorama a Sebastián Villa dentro del plantel de Boca. El colombiano dio a entender que en la final de Madrid ante River en 2018 faltó «actitud» y eso generó un nuevo problema en la interna del vestuario. Y al futbolista no le quedó otra alternativa que salir a aclarar el tema y contar cómo fue la reacción de sus compañeros: «Un poco molestos».
En una entrevista concedida a «Equipo F» (ESPN), Villa quiso desligar del tema a todos los jugadores del equipo. «Mis compañeros no tienen nada que ver con eso, es algo personal. Siempre he sido un tipo que ha ido para adelante. Lo dije más por eso, por mí, no por mis compañeros que tenía en ese momento. No me refería a ellos. Siempre he sido un tipo respetuoso, respeto a los más grandes, a los más chicos», sostuvo.
Sebastián aclaró que hablaba de su propia actitud y no la del equipo, y por eso realizó un descargo más profundo. «Los referentes sí se sintieron un poco molestos, pero es algo mío, no tengo nada contra nadie. Todos ellos dieron el todo por el todo, llegaron hasta el último sudor en la cancha. Pero fue algo rápido, algo mío, no tiene que ver mis compañeros ni mis excompañeros que estuvieron conmigo en ese momento», señaló.
Su relación con Riquelme
«Soy un tipo que no soy de hablar de los compañeros, siempre he sido un muy respetuoso, creo que se malinterpretaron las cosas y se hace un mundo en donde no lo hay», concluyó Villa sobre el tema. De paso, el extremo se refirió a la declaración que hizo sobre Juan Román Riquelme: cuando le preguntaron cómo estaba la relación con el vicepresidente del club de la Ribera de 1 a 10, la respuesta fue «5».
«La relación es tranquila. Él está en sus cosas y yo en las mías. Yo soy un trabajador del club. Tengo muy buena relación con todos, pero él tiene sus pensamientos y yo tengo los míos», sostuvo el delantero sobre el coordinador del consejo de fútbol. Riquelme lo respaldó públicamente en más de una ocasión a pesar de que hubo varios conflictos y por eso Villa sintió que tenía que bajarle los decibeles a la polémica.