Después de mucho tiempo, este domingo Julio César Falcioni regresará a La Bombonera. El director técnico de Colón se enfrentará a Boca en el arranque del torneo local y hay muchas especulaciones. El «Emperador» estuvo al frente del plantel azul y oro entre 2011 y 2012 y su paso fue polémico y dividió las opiniones. A la hora de referirse a su etapa como DT en el Xeneize, Julio soltó una irónica frase: «No era tan malo».
«Lo de uno, para muchos, es menos importante. Yo lo tomo como algo natural, somos el último equipo invicto del fútbol argentino, y en ese triunfo, para muchos, pasamos casi inadvertidos», dijo sobre el título en el Apertura 2011. «Yo lo tomo como algo natural, nunca fui muy afecto a auto promocionarme, transité el fútbol de la mejor manera que sé, trabajando, siendo responsable», agregó en «Super Deportivo Radio» (Radio Villa Trinidad).
¿Y la Copa Libertadores 2012? «Hubiera sido una satisfacción enorme, sobre todo para regalarle al hincha de Boca que tanto esperaba eso, y porque habíamos hecho un sacrificio muy grande para llegar a esa final, muy importante», respondió Falcioni. Y añadió: «Nos tocó enfrentar a grandes equipos hasta jugar esa final con Corinthians, que debíamos haber ganado de locales y no pudimos, y bueno después todo lo que pasó en lo previo del partido en San Pablo, de lo cual no voy a opinar».
Los hinchas y Riquelme
En cuanto a la gente, el DT solo tuvo elogios: «El hincha de Boca ha sido muy especial conmigo, especialmente después que me fui, con mucho reconocimiento, lo bueno es que no valoren tu trabajo en el día a día, sino que con el correr del tiempo valoren lo que hiciste, y digan: ‘Ah bueno, no era tan malo este’». «En el día a día, en cualquier lugar donde voy, el hincha de Boca está en todos lados y es muy cariñoso, muy respetuoso, y recuerda mucho el paso por el club», sostuvo.
«¿Cómo crees que reaccionaría hoy Riquelme como dirigente si le hacen lo que te hizo a vos en el 2012?», le preguntaron a Julio. Y la respuesta fue firme: «No opino sobre eso. Yo he tenido el resguardo de que cuando salí de un equipo bajé la persiana, y no hago más comentarios sobre ese equipo, respeto todo lo que ese equipo puede hacer y dejar de hacer, me he caracterizado por eso, tratar de cerrar ese vínculo, guardar los mejores momentos, y que todo lo bueno y lo malo me quede a mí».