El arbitraje y el VAR perjudicaron claramente a River en la revancha de los octavos de la Libertadores. Además del gol anulado a Matías Suárez por una supuesta mano que Roberto Tobar no logró detectar ni con más de cuarenta repeticiones, desde la cabina omitieron tres posibles penales para el local, como el alevoso codazo de Diego Godín a Lucas Beltrán sobre el final. Mirá el video.
Transcurrían los últimos segundos del partido cuando luego de un centro Godín le pegó un codazo al recién ingresado Beltrán y todo el Monumental reclamó penal. El banco de suplentes de River explotó y Tobar se llevó las manos a los oídos, pero desde el VAR le dijeron siga siga. La acción es clara en donde el experimentado defensor salta con imprudencia, similar situación por la que se cobraron dos penales en la serie entre Corinthians y Boca.
Lo llamativo es la actuación del VAR en esta situación y los audios en el gol anulado a Suárez dejaron en evidencia cuál era el deseo de los árbitros brasileños en la cabina. Así como en la polémica de la mano del delantero de River el encargado del AVAR, Braulio Machado, insistió y le llenó la cabeza a Tobar para anular el tanto, en ninguna de las otras tres polémicas dentro del área de Vélez se tomó el tiempo para revisar con minuciosidad como si lo hizo en el grito del cordobés.
La calentura de Gallardo
«Si hay que buscar algo por buscar sin tener certeza de lo que se busca. O buscar por buscar. Hay un dejo de la injusticia total. Es lo que se refleja en la jugada misma, para cobrar algo de lo que no estás seguro. Después, no tengo muchas más cosas para decir porque no me salen otras cosas que sentir que hoy fuimos perjudicados por ese fallo que no se ve. No hay claridad», expresó el DT en conferencia.
Además, agregó: «Hoy nos pusimos a tiro con el resultado, pero un fallo nos impidió tener esa posibilidad de pelearlo hasta el final. Y después el poco criterio que hay, con tanto corte del juego. Hoy nos pasó a nosotros, pero mañana le pasa a otro. Esto termina engañando el espíritu del fútbol. El fútbol es otra cosa, tiene que haber un espíritu de competencia que los árbitros tienen que aplicar».
«Lamentablemente, los árbitros nunca son capaces de aportar ese espíritu del juego, de que el juego fluya. Y si pasan seis o siete minutos y no resuelven situaciones, que después puedan recuperar ese tiempo. Hoy es la bronca y la injusticia. Hoy hay que masticar la bronca y seguir«, sentenció el Muñeco, disconforme con el arbitraje que dejó eliminado a River.
