Con apoyo de todos los bloques políticos, el proyecto de Ley de Alcohol Cero al Volante obtuvo este miércoles dictamen favorable en la Cámara de Diputados de la Nación. De esta manera, tras una sesión de la comisión de Transportes, la iniciativa que prohíbe la conducción de vehículos a personas que hayan consumido alcohol quedó aún más cerca de la aprobación.
La comisión de Transportes, presidida por el jujeño Jorge Rizzotti (UCR), le dio despacho positivo al proyecto de ley, aunque ahora deberá someterse en la comisión de Seguridad Interior, encabezada por Ramiro Gutiérrez (Frente de Todos). De pasar ese “filtro”, la iniciativa quedará lista para votarse en una próxima sesión de la Cámara baja, según NA.
El proyecto lo impulsa la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), organismo dependiente del Ministerio de Transporte. A través del mismo, se busca modificar la Ley de Tránsito 24.449, a fin de prohibir la conducción de vehículos a personas con graduación de alcohol en sangre superior a 0 (cero), una obligación que por ahora solamente aplica a conductores profesionales.
Qué establece el proyecto y los argumentos del Gobierno
La norma vigente autoriza hasta 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre para conductores de automóviles y 0,2 gramos en el caso de motociclistas. “El apoyo de los diputados de los distintos sectores políticos en la Comisión de Transportes al proyecto de Ley de Alcohol Cero al volante es una muestra más de la importancia de esta iniciativa, que pone a la seguridad y el cuidado de la vida de las personas en el centro de la escena”, expresó el titular de la cartera de Transporte, Alexis Guerrera.
“Las y los diputados pudieron ver las estadísticas y cómo el alcohol pone en riesgo la vida, tanto la de las y los conductores como de las demás personas que circulan. Ahora, debemos dar un paso más que es conseguir la aprobación en el recinto para convertirla en ley como ya se hizo en 11 provincias y más de 40 municipios de todo el país”, subrayó el funcionario nacional.
Por su parte, el director ejecutivo de la ANSV, Pablo Martínez Carignano, agradeció a los diputados de la comisión de Transportes “que dejaron de lado cualquier diferencia política y trabajaron juntos en un tema crucial para que avance una ley por un país con muchos menos muertos y heridos como consecuencia de siniestros viales generados por el alcohol al volante”.
“Desde el comienzo de esta gestión planteamos que la Ley de Alcohol Cero no puede esperar. A diferencia de años anteriores, la ANSV no es empleada de los sectores poderosos que se oponen a esta iniciativa, sino que elegimos apoyarnos en los familiares de las víctimas, en los médicos, en la UBA, en la experiencia internacional y nacional para sostener la discusión. Estamos más cerca del objetivo”, se explayó.
El objetivo de la iniciativa, resistida por la industria vitivinícola y sectores gastronómicos por el posible impacto negativo en sus ventas, es reducir las muertes en accidentes de tránsito, la primera causa en adolescentes. De hecho, en los últimos 10 años se superaron las 50.000 muertes y el millón de personas lesionadas por esta causa, que se cobra entre 14 y 20 víctimas por día.
Una ley que rige en otros países, incluso en 11 provincias argentinas
Al mismo tiempo, cabe remarcar que ya existen experiencias con regulaciones de “Alcohol Cero” en países de la región, como Brasil, Paraguay, Chile, Colombia y Uruguay, con resultados positivos. En tanto, 11 provincias de la Argentina ya prohíben el alcohol al volante. Éstas son Córdoba, Chaco, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego, Tucumán y Chubut.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), con una graduación entre 0,1 y 0,5 de gramos por litro de sangre es tres veces más alto el riesgo de provocar un siniestro vial que un conductor sobrio. Está comprobado científicamente que el consumo de alcohol genera una disminución de la capacidad de reacción, de los reflejos y de la capacidad para advertir un riesgo y medir un peligro.
De acuerdo a datos de la Ciudad de Buenos Aires, el alcohol está presente en casi uno de cada cuatro siniestros viales, y uno de cada tres conductores hospitalizados por estos accidentes tienen alcohol en sangre. El argentino consume un promedio de 9,8 a 10 litros de alcohol puro por año, lo que ubica al país en tercer lugar detrás de Canadá y Estados Unidos. En Latinoamérica, Argentina está al tope del ranking, según la citada agencia.
