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Boca homenajeó a dos Abuelas de Plaza de Mayo

Jorge Amor Ameal aprovechó la oportunidad para dar un breve discurso.

Boca
@BocaJrsOficial

Las Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto y Buscarita Roa fueron distinguidas como socias honorarias de Boca. El emotivo homenaje se realizó en uno de los salones de la Bombonera y contó con la presencia del presidente del Xeneize Jorge Amor Ameal, quien aprovechó la oportunidad para dar un breve discurso.

Alejandro Veiga (prosecretario y presidente de la Comisión de Derechos Humanos del club de la Ribera), Juan Cabandie (Ministro de Ambiente y Desarrollo de la Nación, además de nieto recuperado número 77) y Marcelo Achile, presidente de Defensores de Belgrano, que acudió en representación de la AFA, fueron algunas de las casi 250 personas que asistieron al evento realizado en el espacio Juan de Dios Filiberto, ubicado en el Estadio Alberto J. Armando (Brandsen 805).

En este contexto, Carlotto, expresó algunas palabras de agradecidamente. “Hoy es un día excepcional en mi vida. Esta excepción es porque voy a tener el carnet de socia de un club único y famoso. Gracias a este club, a este gran hombre que tienen como presidente por este momento maravilloso», manifestó la titular de la organización no gubernamental.

El discurso de los titulares de Boca

“Cuando llegamos al club hace tres años era necesario recuperar la identidad xeneize. Y este acto de hoy tiene que ver con eso”, sostuvo Ameal. “Este es el club de las familias, de las Abuelas. Le dije a Estela que adopte a mis hijos como sus nietos. Este homenaje es para ella y Buscarita. A Estela le conté que a partir de ahora no diga más que es de Estudiantes, que diga que es de Boca” ironizó el presidente.

Por su lado, Veiga resaltó: «Boca nunca tuvo un reconocimiento como institución por lo que pasó durante la Dictadura y el silencio de todos esos años termina siendo cómplice de lo que pasó. Por eso esta Comisión Directiva tiene memoria con el pasado. Pensar que algunos decían que Boca era un club de fútbol y compraban y vendían futbolistas como si fueran caramelos”.