A las 13:00 del lunes 6 de febrero se vivió una jornada histórica en la Justicia Argentina. El crimen de Fernando Báez Sosa ya tiene un primer veredicto y es que los ocho rugbiers son culpables del asesinato, aunque no todos con la misma condena. Cinco de ellos (Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Ciro y Luciano Pertossi) recibieron prisión perpetua y los restantes (Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi) obtuvieron 15 años de prisión.
En este marco, el crimen ocurrido el 18 de enero del 2020 en Villa Gesell ya tiene culpables aunque los abogados de la querella apelarán el fallo. Durante la lectura de la sentencia, el más complicado de los acusados, Máximo Thomsen, se desmayó al oír que fue condenado a prisión perpetua. Sus amigos no lo asistieron pero el personal de seguridad dentro de la sala sí luego de observar que no reaccionaba.
Su madre, Rosalía Zárate, comenzó a los gritos en la sala y tuvieron que detener la lectura del fallo. «Esto es una mentira, echen a los periodistas, no me importa más nada«, afirmó la mujer luego de ver a su hijo desvanecido, según NA. Además, se acercó a asistir al acusado, aunque el personal del Servicio Penitenciario no se lo permitió.
Rápidamente, la jueza del caso pidió que desalojen la sala para atender al joven y minutos después reanudó la audiencia con solamente los rugbiers y los abogados presentes. Con los periodistas afuera, la madre de Thomsen siguió a los gritos de «esto es una mentira» y «váyanse todos» hasta que se retiró del lugar escoltada por la policía.
La reacción del padre de Máximo Thomsen
Minutos después de salir de los Tribunales de Dolores, Marcial Thomsen utilizó sus redes sociales para compartir su dolor tras la condena a su hijo. Por medio de su cuenta de Instagram publicó una historia en negro que en el centro tiene un corazón roto, quebrado a la mitad. De esta manera, se mostró dolido y en disconformidad con el fallo judicial.
